Una pregunta recurrente en el consultorio, especialmente cuando por primera vez les indicamos tomar medicación para la presión arterial alta, es si van a tener que tomarlo para toda la vida.
La hipertensión arterial es una condición que ocurre en uno de cada tres argentinos y si tienen más de 65 años, en más de la mitad de ellos.
Es una condición crónica, que no se cura y que puede causar daño a otros órganos como el corazón, el cerebro, los ojos o los riñones. También es una condición fácilmente controlable en la gran mayoría de los casos.
En algunas personas la presión arterial elevada puede controlarse con cambios en el estilo de vida. Éstos incluyen bajar de peso y mantenerse en valores saludables, realizar actividad física, reducir el consumo de sal y alcohol y no fumar.
Lo importante no es tomar medicación para la presión sino tener valores de presión arterial controlados (lo cual puede requerir o no tener que recibir medicamentos).
Para estar controlados, dos conceptos son fundamentales:
- En cualquier situación los valores deben estar por debajo de 140/90 mmHg, aún si dormiste poco, después del asado, en condiciones de estrés o ante emociones.
- Ambas, la presión máxima y la mínima. Algunos pacientes en la consulta cuentan que “tienen la presión bien, pero la mínima alta”. Tener la presión controlada significa tener una presión arterial máxima o sistólica de menos de 140 mmHg y además una presión mínima o diastólica de menos de 90 mmHg, ó como coloquialmente se dice “14/9”.
Algunas personas inician un tratamiento con medicamentos que resulta transitorio. Al cabo de algunos meses, cuando bajan de peso y hacen ejercicios regularmente, los fármacos se suspenden y la presión arterial logra mantenerse controlada.
Sin embargo, la mayoría de las personas hipertensas necesitan tomar medicamentos para llegar a la meta de menos de 140/90 mmHg porque los hábitos saludables no alcanzan para bajar la presión arterial de manera efectiva y sostenida.
Tener la presión arterial controlada, significa reducir el riesgo que sufrir un ACV, un infarto cardiaco u otros daños en el corazón, así como proteger a la retina y los riñones.
Tener menos de 140/90 mmHg te hace vivir más años.
Así que si tu médico te indicó que necesitas medicamentos, tenes que tomarlos de manera indefinida para estar protegido de por vida.