Porque es la única manera de quedarnos tranquilos sabiendo que nuestros hijos pueden hacer actividad física sin correr riesgos.
Así, los aptos físicos básicamente se centran en:
- detectar posibles trastornos o enfermedades no conocidas al momento,
- establecer cuál es el umbral por encima del cual no debe sobrecargarse al corazón
- definir el tipo de ejercicio conveniente para cada persona.
¿Quiénes tienen que hacerse un apto físico o deportivo y en qué consiste?
Los niños y niñas para el apto escolar
Anualmente los colegios suelen pedir un apto físico ante el inicio de clases.
Seguramente tu pediatra va a completar esa ficha de salud con los datos que él o ella ya conocen de tu hijo: si presenta alguna condición a nivel auditivo, visual o motor, si tuvo o tiene alguna enfermedad de relevancia como diabetes, epilepsia o hernias, y si en el ultimo tiempo presentó alguna patología contagiosa, como sarampión, mononucleosis o hepatitis. También se registrarán las vacunas que los chicos recibieron.
Como algunas condiciones se desarrollan a lo largo del crecimiento, es posible que periódicamente el pediatra te derive al odontólogo o al oftalmólogo para ver el estado de la salud bucal y de los ojos, o te mande a hacer una audiometría.
A veces, es necesario hacer una evaluación del corazón por un cardiólogo infantil, para confirmar que un soplo es “inocente” o simplemente para control.
La evaluación cardiovascular en los niños básicamente consiste en realizar:
- una serie de preguntas y un examen físico,
- un electrocardiograma (el que usa electrodos o “chupetes” y muestra el ritmo cardiaco)
- a veces, un ecocardiograma que es una ecografía que muestra la forma, tamaño y movilidad del músculo cardiaco y las válvulas y permite descartar si existen malformaciones.
Los chicos, chicas y adolescentes para el apto deportivo de clubes y gimnasios
Cada vez más es más habitual que los chicos y no tan chicos (especialmente los de 15 años o más), hagan deportes como futbol, rugby, hockey, básquet o vayan al gimnasio, y realicen entrenamientos exigentes varias veces a la semana.
Para ellos, una buena evaluación debería incluir:
- una serie de preguntas y un examen físico, con especial foco en cómo se están alimentando e hidratando
- a veces, un análisis de sangre
- un electrocardiograma
- un ecocardiograma (no es necesario que se repita todos los años) para ver la forma, tamaño y movilidad del músculo y las válvulas cardiacas y descartar si existen malformaciones.
- una prueba de esfuerzo o ergometría que puede hacerse en bicicleta o cinta y permite valorar cómo se comporta el corazón en el esfuerzo.
Ahora que sabes que los aptos permiten que tus hijos puedan hacer actividad física de manera segura, te esperamos en Cuore Centro Médico Cardiovascular para ayudarte a cuidar su corazón.